ChatGPT se "relaja": OpenAI ajusta filtros y permite contenido más explícito en ciertos casos La IA ahora puede generar contenido erótico o violento en algunos contextos, lo que ha desatado tanto curiosidad como debate en la comunidad.

Desde su lanzamiento, ChatGPT es conocido por sus estrictos filtros de contenido, al bloquear cualquier intento de generar respuestas con material sexualmente explícito o violencia gráfica. Sin embargo, OpenAI ha comenzado a implementar un cambio en sus políticas.

La modificación, publicada por la empresa en un documento, permite que la inteligencia artificial genere contenido erótico o violento en circunstancias específicas.

Según las nuevas pautas, el asistente no debe crear contenido de naturaleza sexual ilegal o no consensuada, ni escenas de violencia extrema, excepto cuando estos elementos sean relevantes en contextos científicos, históricos, noticiosos, creativos o profesionales.

Usuarios han estado probando los límites del modelo. En redes sociales, algunos han compartido capturas de pantalla mostrando que, efectivamente, ChatGPT parece ser más permisivo con descripciones explícitas de escenarios violentos o sexuales.

A diferencia de versiones anteriores, que rechazaban este tipo de contenido con advertencias sobre sus políticas, ahora la IA responde en determinados casos sin censurar del todo el material generado.

Esto ha llevado a algunos a preguntarse si OpenAI está adoptando un enfoque más flexible o si simplemente está explorando nuevas formas de monetización para su herramienta.

En cualquier caso, la compañía ha dejado claro que los cambios no significan un levantamiento total de restricciones, y que las normas de uso aún prohíben la generación de material explícito sin un contexto apropiado.

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¿El inicio de una nueva era para la IA?

Esta decisión de OpenAI refleja un cambio en la forma en que las empresas de inteligencia artificial abordan los límites de la generación de contenido. Mientras algunas plataformas optan por mantener restricciones estrictas, otras comienzan a explorar formas de permitir mayor libertad en función del contexto.

Para los usuarios, esto significa una experiencia más fluida y con menos bloqueos automáticos, pero también con más responsabilidad en el uso de la tecnología. Aunque la inteligencia artificial ha avanzado en su capacidad de discernir entre el contenido apropiado e inapropiado, los riesgos de abuso siempre están presentes.