Por qué la Generación Z está dejando atrás las plataformas tradicionales en busca de un mayor control Las plataformas emergentes de redes sociales deben priorizar la autonomía y la visibilidad si quieren atraer y retener a los creadores de la Generación Z.
Por Rachel Sterling
Key Takeaways
- Los creadores de la Generación Z buscan estabilidad, propiedad y control sobre su presencia en línea.
- Las plataformas emergentes deben enfocarse en la autonomía y visibilidad para atraer a esa generación.
- Tener un dominio personal protege a los creadores de cambios o interrupciones en las plataformas.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de BIZ Experiences son personales

Hace seis meses, si le preguntabas a cualquier creador de la Generación Z qué plataformas usaba con más frecuencia, te decía que Instagram, TikTok, Snapchat, Discord y Tumblr.
Estas plataformas han sido los espacios predilectos para compartir contenido y monetizar sus marcas personales. Es donde han publicado sus recetas favoritas, dramas amorosos o consejos de remodelación casera, donde han construido sus nichos y han conectado con su audiencia.
Para muchos creadores, esto sigue siendo así. Pero con el futuro incierto de TikTok tras su prohibición temporal en Estados Unidos, muchos están cuestionando la estabilidad de las plataformas dominantes y explorando alternativas. Este cambio representa una gran oportunidad para que plataformas emergentes de redes sociales se posicionen, muchas ya están compitiendo por atraer a estos creadores.
La gran pregunta sigue siendo: ¿Cómo pueden estas plataformas atraer a la Generación Z, un segmento clave de la economía de los creadores? Y, una vez que lo logren, ¿cómo pueden retenerlos?
Aquí te decimos por qué las plataformas emergentes deben priorizar la autonomía y la visibilidad si quieren atraer y retener a los creadores de la Generación Z.
Cómo ganarse a los creadores de la Gen Z con autonomía y visibilidad
A medida que las redes sociales se vuelven más impredecibles, ya sea por cambios en políticas, prohibiciones o modelos de monetización, los creadores reconocen la necesidad de asegurar su audiencia e ingresos sin depender de una sola plataforma.
De lo contrario, los constantes cambios obligan a los creadores a reintroducirse, aprender nuevos algoritmos y adaptar su contenido, lo que provoca agotamiento y frena el crecimiento a largo plazo. Esto erosiona la confianza del público, pues los cambios recurrentes impactan de forma negativa en su lealtad. Además, las interrupciones implican costosas reconstrucciones, pérdida de ingresos, menor acceso a las marcas y el impacto emocional que tiene el empezar de cero.
Este cambio es especialmente importante para los creadores de la Generación Z, quienes valoran la transparencia y la autonomía sobre sus marcas y la visibilidad de su trabajo. A diferencia de generaciones anteriores, que se adaptaban a las limitaciones de cada plataforma, la Generación Z ha crecido en una era de empoderamiento digital. Buscan alternativas más estables donde puedan ser dueños de su audiencia y de su identidad digital, en lugar de depender de algoritmos cambiantes.
Por eso, la nueva era de la economía de los creadores está apostando por los dominios personalizados como centro de su presencia digital. Tener un dominio propio les permite flexibilidad y longevidad más allá de las redes sociales, protegiendo su contenido, lazos con la audiencia y vías de monetización ante cualquier interrupción.
Las plataformas emergentes deben tener esto muy presente si quieren atraer y retener a los creadores de la Generación Z. Aquellas que faciliten la visibilidad de sus contenidos y permitan a los creadores construir su marca personal mediante dominios únicos serán las que salgan ganando.
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Plataformas que lo están haciendo bien
Una de las plataformas que avanza en esa dirección es Substack, que en enero anunció un fondo de $20 millones de dólares para creadores, con la esperanza de ofrecer una alternativa más estable en la que estos sean dueños de su audiencia, sin depender de algoritmos cuyo funcionamiento no es transparente. Beehiiv también lanzó recientemente un Acelerador de Creadores, con el mismo objetivo, brindar mayor estabilidad a quienes crean newsletters.
Pero aunque cada vez hay más opciones para los creadores de la Generación Z, estas ofertas son solo peldaños, la verdadera autonomía está en ser dueño absoluto de tu audiencia. Si TikTok desaparece mañana o Substack cambia su estrategia, ¿a dónde va tu comunidad? La respuesta debería ser: a tu propio dominio, donde tú controlas tu alcance, tu negocio y tu futuro. Las plataformas seguirán siendo parte del ecosistema, pero la visibilidad debe estar al servicio del creador y no encerrarlo en un sistema ajeno.
Bluesky está adoptando este enfoque al permitir que los usuarios integren dominios personales como identificadores, su modelo descentralizado prioriza la autonomía del usuario. En plataformas como esta, tener un dominio que se conecte directamente a tu perfil social ayuda a consolidar tu identidad digital y mejora tu visibilidad.
El camino por delante
A medida que el panorama de las redes sociales sigue cambiando, el poder está empezando a pasar a manos de los creadores que toman las riendas de su presencia digital. Con plataformas como Bluesky ya adoptando este enfoque, hay una oportunidad clara para que nuevas redes sociales construyan ecosistemas mejores y más sostenibles.
Si priorizan la autonomía, la visibilidad y el control del creador, estas plataformas emergentes pueden ofrecer la estabilidad y el sentido de propiedad que la Generación Z tanto desea. Juntos, plataformas y creadores pueden construir ecosistemas centrados en la identidad digital, donde las audiencias puedan seguirlos, interactuar y prosperar.