Las 5 principales razones por las que las personas compran un negocio Cuando estés en el mercado para comprar un negocio asegúrate de tener claras, desde un principio, las razones por las que lo haces.
Por George Debb
Key Takeaways
- Antes de comprar, conoce tu objetivo final: tus metas de inversión determinan cada decisión.
- Elige negocios según su flujo de efectivo, retorno de inversión o legado familiar.
- ¿Buscas ingresos pasivos o un empleo como dueño? Sé honesto sobre tus necesidades.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de BIZ Experiences son personales

Muchos emprendedores optan por comprar un negocio como una forma de acelerar su camino hacia la construcción de una empresa. Sin embargo, muchas veces no reflexionan lo suficiente sobre el "por qué" de esa compra ni sobre los objetivos a largo plazo que esperan alcanzar con esa inversión.
A menos que tengan absolutamente claro cuál es su "meta final", podrían terminar en una situación muy distinta a la que imaginaron, y, una vez concretada la adquisición, tal vez sea demasiado tarde para corregirla.
Estas cinco razones te ayudarán a definir con claridad tus metas antes de comenzar a buscar oportunidades, para que no repitas los errores que tantos otros emprendedores han cometido por no hacer la tarea desde el principio.
1. Necesitas un alto retorno de inversión
Como cualquier otra inversión, lo ideal es que el negocio valga mucho más en el momento en que decidas venderlo. Este enfoque suele implicar comprar una empresa a un precio bajo, aumentar su valor durante los siguientes cinco a diez años mediante estrategias de ventas, marketing u otras técnicas para mejorar márgenes, y luego venderla por un valor mucho más alto.
Ese valor superior generalmente proviene de dos fuentes: las mayores utilidades de una empresa más grande y los múltiplos de venta más altos, ya que las compañías grandes suelen venderse a múltiplos mayores que las pequeñas. Pero aquí el objetivo es claro desde el principio: comprar y vender.
Es posible que necesites recurrir a capital externo para financiar la compra o el crecimiento del negocio. Si todo sale bien, puedes vender la empresa entre cinco y diez veces el precio que pagaste y ese es el momento de tu "gran recompensa" como accionista.
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2. Necesitas flujo de efectivo recurrente
En esta categoría, el enfoque no está en hacer crecer el negocio, sino en "exprimirlo" para obtener flujo de efectivo recurrente con el tamaño actual de la empresa. Aquí, el objetivo no es alcanzar el mayor retorno de inversión a largo plazo posible, sino lograr el mayor rendimiento anual en el corto plazo sobre el capital invertido. Este tipo de inversiones puede incluir la compra de un autolavado, una plaza comercial para alquilar locales o una franquicia de restaurante, donde se espera generar rendimientos anuales del 10 al 20%.
Básicamente, es una alternativa más práctica y activa en comparación con invertir en la bolsa de valores u otros vehículos de inversión más tradicionales. Es posible que necesites o no un socio inversionista, como una oficina familiar, que también busque flujo de efectivo constante. Este camino es ideal si necesitas ingresos actuales y no planeas reinvertir las utilidades anuales en el crecimiento futuro del negocio, como sí ocurre en la primera categoría.
3. Estás creando un legado familiar
En esta categoría, hay un solo objetivo: poseer y operar un negocio familiar que puedas transmitir a las futuras generaciones. Puede encajar en cualquiera de las dos primeras categorías mencionadas, con una diferencia principal: no querrás aceptar inversionistas externos, pues ellos exigirán una estrategia de salida en el futuro y podrían obligarte a vender la empresa para lograr ese objetivo, lo que contradice el propósito de tener un negocio que puedas dejar en manos de tus familiares.
La otra gran diferencia es que, en este caso, pueden surgir múltiples opiniones en la mesa familiar sobre qué tipos de negocio les gustaría gestionar. Por eso, asegúrate de discutir en grupo esas ideas mutuamente aceptables antes de comenzar, para incrementar la probabilidad de que la próxima generación disfrute trabajando en el negocio y quiera hacerse cargo cuando la generación actual se jubile.
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4. Necesitas ingresos pasivos
Otro tipo de negocio que puedes adquirir es aquel que requiere muy poco trabajo por parte del comprador en términos de operación. Son empresas que básicamente "se gestionan solas". Esto puede incluir, por ejemplo, la compra de un estacionamiento, un negocio de máquinas expendedoras colocadas en tiendas o un negocio que ya cuente con un gerente general responsable de la mayoría de las operaciones.
Por eso, al evaluar qué tipo de negocio comprar, considera cuánto tiempo estás dispuesto a invertir personalmente. Hay un amplio espectro, desde cinco horas a la semana hasta más de 50, dependiendo del tipo de empresa que elijas.
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5. Simplemente necesitas un empleo
Esta última categoría obedece a una necesidad básica. A veces, las personas tienen dificultades para conseguir trabajo y necesitan un salario para poder vivir. En muchos casos, la solución es comprar una empresa lo suficientemente grande como para otorgarles un sueldo o generar distribuciones anuales que cubran sus gastos de vida. Dependiendo del tamaño del negocio, esto puede implicar o no contar con socios inversionistas.
Pero si decides sumar inversionistas, recuerda que es posible que en cinco o diez años te veas obligado a buscar otro negocio que adquirir, una vez que tus socios exijan vender la empresa para concretar su salida. Si no quieres asumir ese riesgo, lo mejor es no involucrarlos desde el principio.
Como hemos visto, hay muchas razones distintas para comprar un negocio. Asegúrate de tener total claridad sobre tus motivos y toma en cuenta las lecciones anteriores durante tu proceso de evaluación. Así evitarás terminar en una situación cuyas consecuencias no comprendiste del todo al comenzar. ¡Buena suerte y feliz búsqueda!